Hay momentos en la política en los que todo parece reacción. Declaraciones que persiguen declaraciones, decisiones que llegan tarde, discursos que nacen cansados. Como si el escenario ya estuviera montado y la mayoría solo pudiera salir a improvisar, esperando que la siguiente escena les sea favorable.

Antes de entrar en materia, quiero agradecer a Publimetro y a su director la confianza y el espacio para volver a escribir. Después de una pausa necesaria —metafóricamente hablando— regreso a este ejercicio con la misma convicción de siempre: leer la coyuntura con calma, incluso cuando el ruido aprieta.

En política, no todos juegan el mismo juego. Algunos se mueven como si el tablero solo existiera cuando les toca turno. Otros, en cambio, parecen escribir el guión con varios capítulos de a

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