La continuidad de lluvias intensas dejó a buena parte del estado de Washington bajo una emergencia declarada por el gobernador Bob Ferguson. El frente de tormentas, descrito por los meteorólogos como un “río atmosférico”, provocó el desborde de ríos, deslizamientos de tierra, carreteras anegadas y cortes de energía que afectaron a miles de residentes. Las autoridades locales confirmaron que decenas de miles de personas recibieron órdenes de evacuación desde mediados de la semana, sobre todo en zonas de alto riesgo.

Los condados ubicados en las montañas Cascade tuvieron una de las situaciones más críticas. En 24 horas cayeron hasta 15 centímetros de lluvia , mientras que Snoqualmie Pass acumuló más de cuatro centímetros adicionales en apenas seis horas, según el Servicio Nacional de Mete

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