Tlaxcala, Tlax.- Cada diciembre, desde la sierra norte de Puebla, cientos de peregrinos ciclistas emprenden un recorrido que combina cansancio, esperanza y una fe que parece no agotarse nunca. El grupo de Guadalupe Sarabia atraviesa Tlaxcala rumbo a la Basílica de Guadalupe en el Tepeyac , pedaleando casi 260 kilómetros en un viaje que se alarga por cuatro días completos .

Para muchos, este camino es más que una tradición: es una especie de altar en movimiento donde cada pedalazo se convierte en una ofrenda. Luis Manuel Martínez , campesino de Tepeyahualco, lleva ocho años repitiendo la travesía. Con el rostro marcado por el frío, explica que su mayor petición es simple y poderosa: salud y trabajo para 2026 .

Entre rezos y cantos, el asfalto se vuelve escenario de una fe que no

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