Por : Hector Verdugo

En Mocoa, el debate público dejó de ser un espacio de ideas y se convirtió en un campo minado donde algunos comunicadores y activistas, especialmente los que se oponen a la presencia de Libero Cobre, han decidido señalar, atacar y deslegitimar a sus propios colegas. Lo que debería ser una discusión seria sobre el territorio terminó degradándose en una pelea personal que no solo divide, sino que pone en riesgo la independencia y seguridad del periodismo local.

La pregunta es inevitable: ¿qué está pasando con el oficio en Mocoa? ¿En qué momento algunos comunicadores decidieron que su causa personal estaba por encima de la ética y del respeto al trabajo de los demás?

Hoy se acusa sin pruebas, se etiqueta sin argumentos y se ha instaurado una narrativa tóxica donde cual

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