El maestro Eckhart solía decir que la mejor oración consistía en dar las gracias. El sábado pasado estaba en Transmilenio, en Bogotá. Era muy temprano y todavía no había tanta gente. Todavía no se escuchaban las historias tenebrosas que suelen oírse en ese lugar.
Por consiguiente, cerré los ojos y recordé al maestro Eckhart. Pensé en la acción de gracias. Y, al hacerlo, empezaron a venir a mi mente imágenes: personas, mi madre, mis amigos, mis hermanas, la salud, el cuerpo, el cielo, la vitalidad, el afecto y el amor, el presente, la vida en sí misma.
Al pensar en la acción de gracias, me di cuenta de que muchas veces uno espera que en la vida sucedan cosas grandiosas, inesperadas, cosas que habitan en el lugar de la nostalgia y del deseo. Sin embargo, cuando cerré los ojos, lo que apare

Boyacá 7 Dias

Semana
Noticias RCN
6abc Action News Sports
The Atlantic
Raw Story
HealthDay
AlterNet