El árbol de Navidad parece una tradición de toda la vida, pero en realidad es el resultado de siglos de historia y mezcla cultural . Mucho antes de la Navidad tal y como la conocemos, en distintas zonas de Europa ya se usaban ramas verdes y árboles perennes en pleno invierno como símbolo de vida, continuidad y esperanza cuando todo alrededor estaba seco y oscuro. Esa costumbre pagana, ligada al solsticio de invierno y al regreso de la luz, fue incorporándose después a la celebración cristiana. En áreas germánicas empezó a colocarse un árbol dentro de casa, primero decorado con frutas, manzanas o velas que representaban prosperidad y luz, y más tarde con adornos específicos navideños.

Con el paso del tiempo, sobre todo desde el siglo XIX , el árbol se popularizó en toda Eur

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