La franja de Gaza sigue sin respirar tranquila. El alto el fuego sigue vigente aunque los ataques aislados de Israel son continuos, casi a diario. Ahora la meteorología se ha añadido a la catástrofe. Desde este jueves, al menos trece personas han muerto en la región por culpa de las lluvias torrenciales que está descargando la tormenta Byron.

Las intensas lluvias e inundaciones se han cebado en un paisaje ubano destrozado tras más de dos años de guerra y han provocado la muerte como mínimo tres niños muertos por hipotermia. Además, otras ocho personas han fallecido a causa del derrumbe de los devastados edificios que quedan en el enclave.

El recuento conjunto de las morgues de los hospitales, los servicios de ambulancias y el de emergencias de la Defensa Civil gazatí registraron a 11 fal

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