Dándole continuidad a la entrega anterior podemos advertir, gracias al análisis y la reflexión crítica sobre el profesor interino en la universidad, cómo se forja claramente la división de clases sociales en el gremio docente en donde los interinos somos tan sólo el eslabón más débil de la cadena alimenticia cuya parte alta mira con recelo a los de abajo en una clara estampa que reproduce en la educación los graves males de la sociedad en su conjunto: clasismo, exclusión, división, competitividad desigual y precariedad laboral y económica.

En el mismo sentido, el profe interino que pertenece a una minoría en exclusión no tiene quien lo defienda ni quien lo pele, cómo dicen, pues no pertenece a ningún sindicato ni ellos se interesan en su posición; tampoco puede alzar la voz para denuncia

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