Una fuerte crisis interna en la Federación de Fútbol de Surinam (SVB) encendió las alarmas en el camino hacia el Mundial 2026. A pocos meses del repechaje intercontinental contra Bolivia —programado para el 26 de marzo en Monterrey—, la selección surinamesa podría ser sancionada por la Fifa y quedar fuera de la competencia debido a un conflicto dirigencial que ya escaló a la justicia ordinaria.
La incertidumbre estalló luego de que grupos opositores dentro de la Federación, identificados como Oldenstam y Kurban , denunciaran presuntas irregularidades en las elecciones internas. La justicia respondió congelando las cuentas de la SVB, una decisión que paraliza su funcionamiento y vulnera uno de los principios del ente rector del fútbol mundial: la no injerencia estatal o judicial en los

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