Lo que para Manuel debía ser una simple tarde de trabajo en Valencia se convirtió en el inicio de una pesadilla que, nueve meses después, aún no ha terminado. Un teléfono que suena, un vecino al otro lado de la línea y una frase que le heló la sangre: «Han entrado okupas a tu casa». A partir de ese momento comenzó una carrera contrarreloj, un viaje de cientos de kilómetros y una sucesión de acontecimientos que han dejado a este propietario completamente indefenso ante la ocupación de su vivienda, situada en el barrio Universidad de Albacete.

Manuel recuerda perfectamente cómo empezó todo. «El 7 de marzo a las 16:00 horas me llamó un vecino por teléfono y me avisó de que habían entrado okupas a mi casa», explica a El Digital de Albacete . Él vive en Valencia y tuvo que reaccionar de in

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