22. Los dos patitos suenan a música celestial , a una reinterpretada versión del Tota Pulchra. Para quienes recientemente hemos disfrutado del subidón nostálgico de Los Pecos en directo, a esperanzas. Era lo que buscábamos después de la irregular primera vuelta de un Huesca en la que llegamos a soñar sin mucho fundamento, nos hundimos sin cimientos racionales y finalmente parece que hemos encontrado el equilibrio.

Si algo hay que agradecer a Jon Pérez Bolo, es precisamente el equilibrio, es el poso, es la apuesta por las ideas claras aunque en el fútbol de hoy todo es confuso. Sucede como con el penalti señalado a Pulido. Definitivamente, a los centrales hay que someterles a una operación de extirpación de los brazos. Es la manera en la que no estarán pringados por la indefensión.

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