WASHINGTON (AP) — El presidente estadounidense Donald Trump indicó el viernes que los gobernantes de Tailandia y Camboya acordaron revitalizar un alto el fuego, luego de días de enfrentamientos que amenazaban con echarlo por tierra después de que Washington ayudó a negociarlo previamente este año.
Trump anunció el acuerdo para revitalizar el cese del fuego en una publicación en redes sociales, después de sostener llamadas con el primer ministro tailandés Anutin Charnvirakul y el primer ministro camboyano Hun Manet.
“Han acordado cesar todos los disparos a partir de esta noche y volver al acuerdo de paz original hecho conmigo, y con ellos, con la ayuda del gran primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim”, declaró Trump en Truth Social.
Funcionarios tailandeses y camboyanos no ofrecieron comentarios de momento tras el anuncio de Trump. Anutin —después de hablar con Trump, pero antes de que el presidente estadounidense hiciera su publicación en redes sociales— indicó que le reiteró a Trump que la posición de Tailandia es seguir luchando hasta que Camboya ya no represente una amenaza para su soberanía.
Trump expresó que Ibrahim desempeñó un papel importante, al ayudarlo a presionar a Tailandia y Camboya para que una vez más acordaran detener los combates.
"¡Es un honor para mí trabajar con Anutin y Hun en la resolución de lo que podría haber degenerado en una guerra de gran envergadura entre dos países que, por lo demás, son maravillosos y prósperos!".
El alto el fuego original en julio fue negociado por Malasia y se logró concretar gracias a la presión de Trump, quien amenazó con retirar privilegios comerciales a menos que Tailandia y Camboya estuvieran de acuerdo con él. Se formalizó con más detalle en octubre en una reunión regional en Malasia a la que Trump asistió.
A pesar del acuerdo, los dos países continuaron con una enconada guerra de propaganda, y siguió habiendo choques transfronterizos menores.
Las raíces del conflicto entre Tailandia y Camboya se remontan a una historia de enemistad por reclamos territoriales contrapuestos. Dichos reclamos provienen en gran medida de un mapa de 1907 creado mientras Camboya era colonia francesa, el cual Tailandia sostiene es inexacto. Las tensiones se exacerbaron por un fallo de 1962 de la Corte Internacional de Justicia que otorgó la soberanía a los camboyanos, lo que aún irrita a muchos tailandeses.
Tailandia ha desplegado aviones de combate para llevar a cabo ataques aéreos contra lo que dice son blancos militares. Por su parte, Camboya ha desplegado lanzacohetes BM-21 con un alcance de entre 30 y 40 kilómetros (19-25 millas).
Según datos recopilados por la emisora pública ThaiPBS, al menos seis de los soldados tailandeses que murieron fueron alcanzados por metralla de cohetes.
El comando regional nororiental del ejército tailandés indicó el jueves que algunas áreas residenciales y hogares cerca de la frontera fueron dañados por lanzacohetes BM-21 de las fuerzas camboyanas.
El ejército tailandés también señaló que destruyó una grúa elevada, la cual estaba en la cima de una colina controlada por Camboya y en la que se encuentra el templo de Preah Vihear, de siglos de antigüedad, porque supuestamente albergaba dispositivos electrónicos y ópticos utilizados para propósitos de mando y control militar.
En repetidas ocasiones, Trump ha hecho la afirmación exagerada de que ha ayudado a resolver ocho conflictos —incluido el de Tailandia y Camboya— desde que regresó a la presidencia en enero, diciendo que ello es evidencia de su destreza negociadora. Y no ha dudado en expresar su deseo de ser reconocido con el premio Nobel de la Paz.
En un diálogo con reporteros el miércoles, se dijo confiado en que podría lograr que las dos partes volvieran a una tregua.
“De vez en cuando”, observó el mandatario, "alguno (de ellos) se encenderá de nuevo y yo tengo que apagar esa pequeña llama".
Otro alto el fuego que Trump se atribuye haber logrado, entre la República Democrática del Congo y Ruanda, también está bajo tensión, apenas después de que los gobernantes de ambas naciones africanas viajaran a Washington para firmar un acuerdo de paz.
Un comunicado conjunto emitido por el Grupo de Contacto Internacional para los Grandes Lagos expresó su "profunda preocupación" por la situación en la región de Kivu del Sur, en el Congo, donde en los últimos días se ha desatado nueva violencia mortal atribuida al grupo miliciano M23, respaldado por Ruanda.
El grupo de contacto de los Grandes Lagos —que incluye a Bélgica, el Reino Unido, Dinamarca, Francia, Alemania, Holanda, Suecia, Suiza, Estados Unidos y la Unión Europea— ha instado a todas las partes "a cumplir con sus compromisos" bajo el acuerdo firmado la semana pasada, y a "apaciguar la situación de inmediato".
Y el plan de Trump respaldado internacionalmente para poner fin a la guerra entre Israel y Hamás en Gaza aún no está finalizado y se encuentra en el limbo. Aún hay combates esporádicos mientras una fase crucial sigue en proceso.
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Los periodistas de la AP Jintamas Saksornchai en Buriram, Tailandia; Grant Peck en Bangkok y Matthew Lee contribuyeron con este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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