Ciudad de México, 12 dic (EFE).- Como cada 12 de diciembre, la Virgen de Guadalupe convirtió su festividad en una explosión de devoción y de identidad mexicana de millones de fieles venidos de todo el mundo a la capitalina Basílica de Guadalupe para honrar a la patrona de la capital mexicana, la “Virgen Morena”, con cantos, danzas y oraciones.

Ya desde la madrugada, el recinto religioso y sus proximidades lucían abarrotadas, en una expresión de fe que año a año consolida este templo como uno de los más visitados del mundo, así como una parada obligatoria en el camino de muchos peregrinos.

Esta tradición hace que muchos mexicanos emprendan un camino “arduo” de semanas para llegar a la basílica en plena festividad de la Virgen de Guadalupe, como es el caso de Félix José Joserra, quien sali

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