Mientras a la ciudadanía se le pide cargar con la culpa ambiental, compañías de comercio electrónico inundan todos los días la ciudad con basura plástica de un solo uso del mismo material que las bolsas plásticas prohibidas desde 2020

En la Ciudad de México se ha vuelto normal escuchar la palabra “utopía”. Con ella, la administración capitalina intenta nombrar espacios destinados a combatir desigualdades, garantizar derechos y construir una ciudad más justa.

Sin embargo, cuando se trata del derecho a un medio ambiente sano, la utopía se queda en menos que un concepto. Porque una ciudad verdaderamente justa y sustentable no solo se construye con espacios recreativos o programas sociales: también con aire limpio, sistemas de recolección de residuos eficientes, políticas sólidas de prevenci

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