Las cajas que partieron desde el Alto Valle hacia Uruguay llevaban un envío pequeño en tamaño, pero enorme en significado. Por primera vez, biocontroladores producidos íntegramente en Patagonia Norte salieron del país para incorporarse al manejo sanitario de frutales en el exterior.

Fue un paso que sintetiza años de trabajo en el Cemubio, donde la producción de organismos benéficos se transformó en una herramienta concreta para sistemas más equilibrados.

En el corazón del embarque viajó Goniozus legneri , una avispa parasitoide utilizada con eficacia en la región para controlar grafolita y carpocapsa, plagas de alto impacto en frutales de pepita. En Uruguay será evaluada principalmente en montes de manzanos, donde técnicos locales medirán su desempeño y adaptación a nu

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