Hace poco más de once años, Rusia anexó las ciudades de Crimea y Sebastopol a su nación. Un acto considerado ilegal por la Unión Europea y en consecuencia le llovieron múltiples sanciones geopolíticas . Entre ellas, la prohibición de importación de alimentos . El resultado: los rusos se hicieron expertos en elaborar quesos .
Suena paradójico, y lo es, pero también resulta en una historia un tanto curiosa sobre cómo ante la falta de carnes, frutas, verduras y lácteos provenientes de países como Estados Unidos, Australia, Canadá o Noruega, la población rusa apostó por "afinar el arte" en la fabricación de quesos nacionales . La jugada les salió de maravilla .
Como narró el dueño de una fábrica de quesos, Sergei Chernych, en entrevista para Radio Free , las sanciones les ayudaron a priorizar este producto. Con el panorama geopolítico tenso, desde 2015 orientó la elaboración a variedades europeas como el mozzarella, emmental y parmesano. El resultado: tuvieron un registro récord de producción .
Este es solo uno de los tantos ejemplos de queseros en Rusia. A tal grado llegó la fiebre del queso local que la asociación Soyuzmoloko estimó su producción en el país se duplicó durante la década de 2013 a 2023. De hecho para 2016 se incrementó la elaboración de este alimento en un 20.2% . Para 2024, la cifra alcanzó las 801,000 toneladas .

Una de las consecuencias de este efecto dominó se ve reflejada en eventos públicos. Durante una feria de quesos en Moscú el año pasado, circularon ejemplares tradicionales de Francia e Italia, pero realizados por maestros originarios de regiones como Krasnodar, Briansk y Vorónezh.
Como recaba la crónica de EFE , uno de ellos es Alexandr Mólotov quien platicó que su granja cuenta con cerca de dos siglos de historia, pero no fue hasta hace una década que se incorporó a la producción de quesos . A él se suma Mijaíl, representante de otra fábrica de lácteos en Dzhankói.
Según relató Mijaíl, dados los vetos que comenzaron a darse desde 2014 los productores buscaron soluciones que fomentaran el desarrollo y crecimiento de las fábricas en Rusia. Así, la industria incursionó en la elaboración de variedades como burrata, mozzarella y camembert.
"Resultó que ciertos tipos de quesos, como el camembert, burrata o mozarella, dejaron de suministrarse al país y muchos productores locales, incluidos nosotros, decidimos aprender a hacerlos ".

Pero como en todo, existen dos caras de la moneda. Por un lado, de acuerdo con 24kg , tan solo en los primeros ocho meses de este año, Rusia exportó alrededor de 21,000 toneladas de queso. En comparación, significa un aumento del 17% que en el mismo período de 2024 .
Mientras de primera mano los quesos locales lograron reabastecer las tiendas, este ejemplo se extendió a otros sectores. A tal grado ha llegado el impulso de no querer depender de productos extranjeros que ya comienzan a realizar turbinas de gas para centrales eléctricas.
No obstante, como explicamos, la bonanza no significa que todo el panorama sea positivo. El veto a las importaciones dio por sentado un incremento en el costo de alimentos provenientes de otros países, lo que provocó una red de contrabando de queso y, de hecho, en alguna ocasión se llegaron a confiscar 470 toneladas en un operativo. Seis personas fueron arrestadas.

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