La educación rural en Colombia ha sido, históricamente, uno de los mayores retos del sistema educativo. En los últimos años, el país ha comenzado a implementar un nuevo enfoque que busca cerrar brechas, reconocer la diversidad territorial y responder a las realidades del campo.

Un modelo pensado desde el territorio

El nuevo modelo de educación rural se aleja de la idea de replicar el esquema urbano en zonas rurales. En su lugar, propone una educación contextualizada, que tenga en cuenta las dinámicas productivas, culturales, ambientales y sociales de cada región.

Esto implica currículos flexibles, metodologías multigrado y contenidos que dialoguen con la vida campesina, indígena y afrodescendiente, fortaleciendo la identidad y el arraigo territorial.

Infraestructura, conectividad y per

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