Un edificio histórico y protegido rodeado por un lazo rojo como si fuera un regalo es algo que sólo podría entenderse en Navidad. Y que empieza a tener cabida en Salamanca, donde las normas para ocupar la calle con elementos son estrictas y obligan a pasar por caja, pero empiezan a tener un espacio de acuerdo tácito para embellecer la ciudad sin molestar.

El caso más llamativo es el de la decoración navideña, instalada por todas partes con decenas de elementos, desde los llamativos elefantes al árbol de la Plaza Mayor o los elementos luminosos del Huerto de Calixto y Melibea y los jardines de Santo Domingo. Estos los pone el Ayuntamiento de Salamanca que tiene potestad para obrar, pero ¿qué pasa con los edificios e inmubles privados? Si somos particulares, ¿podemos utilizar la calle para

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