El intento de mostrarse cerca del ídolo terminó acelerando una crisis que ya no se puede tapar. La conducción del fútbol argentino quedó bajo fuego tras una sucesión de denuncias y movimientos judiciales.

Javier Milei sopló su segunda velita en la Casa Rosada. No era poco: muchos dudaban de que llegara. Venía golpeado, contra las cuerdas, y terminó dando vuelta la historia con un triunfo electoral que todavía sacude el tablero político.

Hay hechos que marcan un cambio de época. Uno, casi impensado hasta hace poco: parte del peronismo mendocino apoyando una ley clave para habilitar inversiones mineras, dejando atrás posturas que frenaron durante décadas el desarrollo de la provincia.

Otro giro fuerte se vio en la calle. Diciembre pasó sin piquetes. Algo que parecía imposible. No porque

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