Londres – El Arsenal sudó para llevarse los tres puntos en el partido, a priori, más sencillo del calendario. Contra el colista, un Wolverhampton Wanderers que ha capturado sólo dos puntos en 16 jornadas, el equipo de Mikel Arteta necesitó dos goles en propia puerta, uno de ellos en el tiempo de prolongación, para mantener vivo su liderato.
Con dos tiros en el pie, uno de Sam Johnstone y otro de Yerson Mosquera, en el tiempo añadido, tres minutos después de que el Wolves hubiera empatado y soñara con rascar un empate, el Arsenal solventó una tarde de muchos nervios en el Emirates Stadium.
Porque les visitaba el colista, a priori tres puntos garantizados, y porque el Wolves no hacía más que perder tiempo. Los pitos y abucheos eran constantes por parte de la afición ‘Gunner’, que se impac

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