He pasado toda la semana escuchando en bucle a Ilegales y a Extremoduro. No, no soy un recién llegado, que se ahorren el hate los ... haters. Mamé la música de Jorge Martínez desde muy temprano. Con siete años ya sonaban a todo trapo esas cintas de casete en la habitación que compartía con mi tío Cipri, una figura clave en mi niñez, que ejerció como hermano mayor y que vivió el Gijón reivindicativo de los años 80. A Robe llegué mucho más tarde, por caminos secundarios en los que desemboqué desde Marea, Rosendo, Barricada o Siniestro Total. No soy de melena (que más quisiera yo) ni de chupa con pinchos, pero me gustan los rockeros y me suelen caer muy bien.

Mi reacción en esas 24 horas fatales en las que el móvil me golpeó con las noticias de las muertes de Jorge Ilegal y Robe Iniesta f

See Full Page