El futuro de la Sierra Nevada de Santa Marta dependerá de la capacidad institucional para frenar el turismo informal y salvaguardar uno de los patrimonios naturales y culturales más valiosos del país.
La Sierra Nevada de Santa Marta, uno de los ecosistemas más irremplazables del planeta, enfrenta una presión creciente por cuenta del turismo no regulado que avanza sobre territorios donde el ingreso está expresamente restringido.
Aunque el Parque Nacional Natural no tiene vocación ecoturística, y su manejo se rige por acuerdos previos con los pueblos indígenas que lo habitan y protegen, cada vez son más las empresas turísticas que promocionan recorridos ilegales en esta área protegida.
Este macizo montañoso, hogar ancestral de los pueblos Kogui, Wiwa, Iku (Arhuaco) y Kankuamo, es administ

Hoy Diario del Magdalena
AlterNet
Tampa Bay Times Health
The Conversation