Hay equipos que caen porque no corren, otros porque no creen y algunos porque no compiten. El Real Zaragoza no pertenece a ninguno de esos grupos. Su problema es más incómodo, más persistente y, quizá por eso, más difícil de corregir: cuando el partido le exige continuidad, se queda sin respuesta . No es falta de entrega ni de orgullo. Es algo más elemental y más decisivo: el juego no se enlaza.
Ante el Cádiz volvió a verse con claridad. El Zaragoza fue reconocible, intenso, incluso valiente en determinados tramos. No dio la sensación de un equipo entregado ni superado. Al contrario. Aguantó, discutió el partido y se mantuvo dentro de él durante muchos minutos. Pero cada avance parecía aislado del anterior, cada intento nacía y moría en la misma jugada. Como si el equipo supiera ll

Hoy Aragón

The List
The Babylon Bee
Raw Story
NBC News NFL
New York Post
Cover Media
Crooks and Liars
@MSNBC Video
5 On Your Side Sports
America News