En esta obsesión por el reloj ovárico, a menudo ignoramos la otra mitad de la ecuación. La fertilidad no es un solo de violín, sino un dueto. Los estudios modernos nos muestran que la edad masculina importa mucho más de lo que la cultura popular admite

En la narrativa cultural moderna, el cumpleaños número 35, y más drásticamente el 40, de una mujer se ha convertido en una frontera psicológica, un acantilado donde se asume que el “reloj biológico” deja de hacer tic-tac para sonar como una alarma de incendio. Sin embargo, gran parte de esta ansiedad colectiva se basa en una confusión fundamental entre la biología celular y una estadística malinterpretada que ha sobrevivido durante siglos. Para comprender realmente qué sucede al entrar en la cuarta década, debemos despejar la niebla informa

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