Un ejemplo de determinación, paciencia y talento artesanal ha surgido en la Sucursal del Cielo, donde un joven artista local completó una impresionante réplica de la Torre Eiffel empleando más de 3.000 palos de bambú y múltiples piezas de madera trabajadas a mano.

El creador, identificado como Andrés López, dedicó alrededor de 1 año y 9 meses a este singular proyecto que requirió desde el diseño de planos en una escala reducida hasta el corte, pulido ensamblaje minucioso de cada palito y pieza de bambú.

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Para alcanzar la precisión que buscaba, López se valió de herramientas como tijeras, bisturí y segueta, poniendo a prueba su disciplina, paciencia, perseverancia y su compromiso con la visión que tenía desde el inicio, esto además de su tiempo, ya que día y n

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