El futuro de Ander Herrera en Boca empieza a jugarse fuera de la cancha. El 2025 fue un año cuesta arriba para el volante español, marcado por las lesiones y la falta de continuidad. De hecho, pasó más tiempo en la enfermería que dentro de la cancha y apenas pudo disputar 17 partidos en toda la temporada. Ese contexto lo llevó a frenar la pelota y pensar con calma cuál será el próximo paso de su carrera.

En las últimas horas, un gesto suyo encendió las alarmas en Boca. El pasado martes, Herrera retiró sus pertenencias del predio de Ezeiza, una situación que despertó rumores sobre una posible salida del club.

Sin embargo, la escena tuvo otra explicación: el mediocampista regresó a España, donde se tomará un tiempo para analizar su futuro antes de tomar una decisión definitiva.

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