El elenco pijao vio como se le escapó el partido de las manos en un primer tiempo bastante complicado./ COLPRENSA

La noche de Barranquilla dejó una huella profunda en la final del fútbol colombiano, pero no logró apagar la convicción que todavía sostiene al Deportes Tolima. Tras el duro revés sufrido en el estadio Metropolitano, el equipo dirigido por Lucas González quedó contra las cuerdas ante un Junior arrollador, aunque el discurso posterior del técnico abrió una puerta a la esperanza y al desafío competitivo que aún resta por disputar.

El compromiso de ida por el título de la Liga II-2025 mostró dos caras opuestas. Mientras el conjunto barranquillero impuso intensidad, precisión y contundencia, el elenco tolimense se vio superado desde los primeros minutos. La presión alta, la veloc

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