Está breve entrevista gozó de una autorización a medias, una paisana deltana a la que omitimos mencionar más que con sus iniciales, nos concedió el permiso sin llegar a discutir forma, modo o manera.
Por lo tanto la soltamos al viento, corriendo el riesgo de una cariñosa amonestación, en la certeza de que una vez que le demos el clic a publicar, no la podremos recoger.
: La relación es buena en términos generales, aunque podemos llegar a representar un dolor de cabeza, porque la libertad que es enseñada a las mujeres en nuestra cultura, para ellas es una falta de respeto, y a los hombres trinitarios les encanta esa libertad de la mujer venezolana hasta cierto punto.
: Nuestro maquillaje es normal, no es excesivo. Sabemos arreglarnos. Venimos de un país en el que se valora la belleza de