Pocos recuerdan hoy que antes del célebre 'Woodstock español', España ya tuvo su propio festival de música. Fue en Granollers (Barcelona), en mayo de 1971. En plena dictadura, con el rock progresivo como bandera, más de 4.500 personas asistieron a un maratón de 20 horas de música sin interrupciones . Se celebró sin autorización del Gobierno central y dejó mal sabor de boca tanto a vecinos, que denunciaron altercados, como a los asistentes, que criticaron la caótica organización. Y, sin embargo, fue el primero.

Pero la historia le ha negado ese lugar en la memoria colectiva. Quien se quedó con el título (y la fama) fue otro festival . Tuvo lugar cuatro años después, en Burgos, y estos días cumple medio siglo.

Lo llamaron el 'Festival de la Cochambre '. No por decisión de los organiz

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