Nota del editor: El siguiente artículo fue escrito originalmente por Ximena Tobón, una de las primeras becarias de verano del Tribuno.
El 4 de julio, un clima imprevisto golpeó el Hill Country de Texas causando inundaciones mortales en el condado de Kerr y áreas circundantes. Meses de lluvia cayeron en horas lo que provocó que el río Guadalupe creciera más de 11 metros en plena noche. Aunque a la 1 a.m. se emitieron las alarmas de “inundación repentina potencialmente mortal”, por las 5 a.m. el río se había desbordado, arrasando casas, autos y cabañas. Casi dos semanas después, más de 160 personas siguen desaparecidas y 130 han sido encontradas muertas. De las víctimas, 27 eran niñas de entre 8 y 17 años que asistían Camp Mystic, un campamento de verano cristiano para niñas.
Las inundacio