Ser político no exige una carrera universitaria. Ni para ser alcalde, ni para ser diputado, ni para ser ministro. De hecho, en España hemos tenido figuras muy relevantes en la política sin estudios superiores . Y no, no estamos hablando de casos aislados.
Celestino Corbacho fue ministro de Trabajo y no tenía carrera: su formación era la de profesional de comercio. José Blanco , ministro de Fomento con Zapatero, empezó Derecho, pero nunca la terminó. José Montilla fue ministro y president de la Generalitat de Cataluña sin pasar por la universidad. Cayo Lara llegó a coordinador general de Izquierda Unida siendo agricultor. Y Ada Colau fue alcaldesa de Barcelona sin haber podido acabar Filosofía, por motivos económicos.
Todos ellos estuvieron al frente de instituciones important