En la práctica psicológica, escuchar es el primer paso de toda intervención significativa; es el punto de partida para construir espacios seguros donde se puedan expresar emociones, conflictos y sufrimientos
Los Servicios Estatales de Salud hacen un llamado claro para que la población se detenga a escuchar, prestar atención al entorno, y, sobre todo, oír con empatía a las personas, ya que esta práctica tiene un eco significativo en la salud mental y el bienestar emocional.
“Muchas veces oímos, pero no escuchamos. La escucha activa implica presencia emocional, dejar de lado juicios, distracciones y respuestas automáticas. En salud mental, la diferencia entre oír y escuchar puede ser la diferencia entre validar a una persona o invisibilizarla por completo”, señala Pedro Pablo Govea Gonzále