Por Matías Sánchez

La centroizquierda enfrenta una encrucijada estratégica en vísperas de las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2025. Entre las definiciones urgentes, una de las más delicadas —y mal comprendidas— es el rol que debe jugar la Democracia Cristiana (DC) en la configuración de las alianzas. Para algunos sectores, la DC debiese apoyar a la candidata oficialista Jeannette Jara como condición para participar en la lista parlamentaria única del bloque Unidad por Chile. Sin embargo, esta tesis —defendida recientemente por la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic— omite un dato esencial: el riesgo de extinción electoral para la DC si no recupera visibilidad y perfil propio ante sus bases.

La Democracia Cristiana nació para ser alternativa tanto a la d

See Full Page