Aunque muchas personas piensan que las toallas apenas se ensucian porque se usan tras ducharse, los expertos en dermatología insisten: esa idea es un error que puede afectar la salud de la piel . Usar repetidamente una toalla sin lavarla puede facilitar la acumulación de bacterias, hongos, virus y células muertas , y convertirse en una fuente de infecciones cutáneas .
Según la dermatóloga Kristina Collins, de Austin, “cuando nos secamos, nuestra toalla recoge una serie de elementos diminutos que no podemos ver, incluyendo microorganismos y células muertas”. Las toallas húmedas, además, crean el ambiente perfecto para que estos gérmenes se multipliquen.
Entre los patógenos que pueden alojarse en una toalla mal lavada se encuentran Staphylococcus aureus , virus causantes de verruga