El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso el miércoles un arancel del 50% a la mayoría de los productos brasileños para combatir lo que llamó una “caza de brujas” contra el expresidente Jair Bolsonaro, pero suavizó el golpe al excluir sectores como la aviación, la energía y el jugo de naranja.

Esto supuso un alivio para muchos en Brasilia, quienes, desde que Trump anunció el arancel, habían estado exigiendo protecciones para los principales exportadores atrapados en el fuego cruzado. Las acciones del fabricante de aviones Embraer y del fabricante de pulpa Suzano subieron.

“No nos enfrentamos al peor escenario posible”, declaró a la prensa el secretario del Tesoro brasileño, Rogerio Ceron. “Es un resultado más benigno de lo que podría haber sido”.

En una hoja informativa sobr

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