Los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos están generando un gran impacto en el sur y sudeste asiático. A medida que los aranceles sobre China aumentaron en la última década, muchas empresas comenzaron a diversificar sus cadenas de suministro hacia estas regiones. Sin embargo, con el giro proteccionista del presidente Donald Trump, estos países ahora enfrentan algunos de los aranceles más altos del mundo, lo que podría afectar a los consumidores estadounidenses.
La administración Trump ha anunciado un arancel adicional del 40 % sobre los "transbordos", que son productos enviados de un país con altos aranceles a uno con bajos aranceles antes de ser reexportados a EE.UU. Esto ha generado preocupación entre los líderes regionales, quienes celebraron que las nuevas cifras de aranceles son más bajas que las inicialmente amenazadas por Trump. Sin embargo, analistas advierten que estos nuevos gravámenes siguen siendo históricamente altos.
Dan Ives, jefe global de Investigación en Wedbush Securities, comentó: "Es un golpe para estos países y necesitan tratar de negociar una rebaja". La preocupación principal es que EE.UU. está intentando cortar las rutas de exportación de China, lo que afecta a las naciones del sur y sudeste asiático.
Las tensiones entre EE.UU. y China han llevado a un cambio en las cadenas de suministro, con industrias como la confección y la manufactura de electrónicos de gama baja convirtiéndose en pilares del crecimiento económico en la región. Sin embargo, la ofensiva de aranceles de Trump está obligando a las empresas a reconsiderar sus operaciones en estas áreas.
Los nuevos aranceles han impuesto tasas altas a varios países. Por ejemplo, Camboya enfrenta un 19 %, mientras que Laos y Myanmar tienen un 40 %. Aunque los líderes de Camboya y Malasia han calificado sus tasas como logros significativos, Deborah Elms, de la Fundación Hinrich, considera que la idea de que las tasas más bajas son una victoria es "equivocada". Ella argumenta que estos aranceles son muy altos y que la situación es de "perder-perder" tanto para consumidores como para empresas.
La amenaza de aranceles adicionales por transbordo añade más complejidad a la situación. Estados Unidos ya impone sanciones sobre bienes transbordados que sufren transformaciones mínimas. La definición de transbordo utilizada por Trump parece ser más amplia, lo que genera incertidumbre sobre cómo se aplicarán estos aranceles.
China, aunque no mencionada explícitamente en los acuerdos, ha protestado enérgicamente contra estas medidas, afirmando que "las guerras comerciales y arancelarias no tienen ganadores". La situación actual está reconfigurando las cadenas de suministro en el sur y sudeste asiático, lo que podría reducir el comercio general con Estados Unidos en el futuro.