En la actualidad, cerca del 20% de la población acabará desarrollando demencia, un porcentaje que, debido al envejecimiento de la población, se espera que vaya en aumento en los próximos años. A día de hoy, existen fármacos modificadores de la enfermedad, sin embargo el sistema público de salud no tiene capacidad para hacer frente a su elevado coste.
Así las cosas, son varios los grupos de investigación que están trabajando en la búsqueda de alternativas más económicas con las que prevenir el desarrollo de la demencia.
Es en este contexto en el que se enmarca el estudio PENSA, que han llevado a cabo Investigadores del Institut de Recerca del Hospital del Mar y del BarcelonaBeta Research Center, centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, gracias al cual han demostrado que