A casi un año del deslave que obligó a evacuar a más de 120 familias en El Mamey, Tejupilco, las viviendas permanecen abandonadas y la promesa de nuevas casas sigue sin cumplirse. Vecinos sobreviven con apoyos mínimos, viven dispersos y aún siembran maíz para no quedarse sin alimento.

‘Solo estamos esperando que nos corran’, expresó un vecino de la comunidad de El Mamey, quien, junto a otras 120 familias, fue desplazado hace casi un año tras un deslave provocado por fuertes lluvias.

Hoy, el pueblo permanece en silencio. En una visita realizada a esta comunidad ubicada a casi una hora del centro de Tejupilco, se constató que las casas siguen abandonadas. Solo se escucha el canto de los pájaros y una radio encendida dentro de una vivienda.

‘Estamos regados en poblaciones cercanas con casa

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