Con el vapor de una tetera sobre la mesa, una rodaja de torta en el plato, melodías celtas y un relato dicho en voz baja mientras cae la tarde sobre las chacra de Chubut, la cultura galesa late, no como reliquia, sino como costumbre. Cada 28 de julio, las casas, las escuelas, las capillas y hasta los gimnasios de Trelew, Gaiman, Dolavon, Esquel o Trevelin se abren al festejo. Es feriado provincial y las familias se preparan desde temprano, porque ese día se celebra algo más que una fecha: la historia viva de quienes llegaron desde el otro lado del mundo, para empezar de nuevo.
El velero Mimosa los depositó en estas costas en 1865. Vinieron desde Gales, escapando del dominio británico . Trajeron poco: una lengua, una fe protestante que no les dejaban practicar en el Reino Unido católi