La inflación de julio mostró una aceleración en comparación con el 1,6% registrado en junio , impulsada por factores estacionales vinculados a las vacaciones de invierno y algunos ajustes en servicios regulados. A pesar del salto del dólar, la volatilidad cambiaria no tuvo, por ahora, un impacto significativo en las góndolas.
Según diversas consultoras privadas, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes pasado se ubicó en torno al 1,9% mensual , mientras que la inflación núcleo en el Gran Buenos Aires fue la más baja desde mayo de 2020, al excluir estacionales y regulados.
Entre los rubros con mayores incrementos se destacaron recreación y cultura —impulsados por los paquetes turísticos—, equipamiento del hogar —por el ajuste salarial del servicio doméstico— y bienes y servicio