Tras permanecer a la deriva por 40 años, el coloso antártico A-23A inicia su desintegración en el Atlántico Sur, al sureste de las Islas Malvinas.
Tras casi cuatro décadas desde su desprendimiento en la Antártida, el A-23A, el iceberg más grande del planeta, entra en su fase final frente a Georgia del Sur, en el Atlántico Sur. Este coloso de hielo vive un proceso de fragmentación acelerada sin precedentes, documentado por misiones satelitales internacionales.
Su desintegración plantea riesgos para la navegación y activa alertas científicas sobre el frágil equilibrio ecológico de uno de los santuarios marinos más valiosos del hemisferio sur. El destino del A-23A se convierte así en un símbolo de alarma sobre la criosfera y el impacto tangible del cambio climático en los polos.
El A-2