El Kremlin intentó ayer rebajar la tensión nuclear con Estados Unidos, que desplegó dos submarinos atómicos en reacción a una supuesta amenaza rusa, descartando una posible escalada militar entre ambas superpotencias.

Al mismo tiempo, se mostró dispuesto a recibir al emisario de la Casa Blanca, Steve Witkoff, antes de que venza esta semana el plazo de diez días impuesto por el Presidente de EE.UU., Donald Trump, para detener la guerra en Ucrania.

“En una guerra nuclear no puede haber vencedores. Este es, seguramente, el principal postulado por el nos guiamos”, dijo ayer Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.

El portavoz recordó que es el presidente ruso, Vladímir Putin, el que marca la política exterior y el único interlocutor válido para el líder

See Full Page