Ozzy Osbourne, ícono absoluto del heavy metal, falleció el pasado 22 de julio a los 75 años. Aunque partida no solo deja un vacío en el mundo de la música, también marca el fin de una era que transformó el rock para siempre.

La noticia fue confirmada oficialmente por un certificado de defunción presentado en Londres y citado por The New York Times, donde se le reconoce en su ocupación como:

“Compositor, Intérprete y Leyenda del Rock” (porque sí, hasta el Estado lo reconoció como tal).

El parte médico detalla que Osbourne murió de un paro cardiaco derivado de una enfermedad de las arterias coronarias, condición agravada por el Parkinson que padecía desde hace años y que había hecho público en 2020. Su hija, Aimée Rose Osbourne, fue quien entregó el certificado.

Ese día, un helicóptero d

See Full Page