Los europeos, que tantas dificultades solemos tener para alcanzar consensos, hemos sido prácticamente unánimes a la hora de valorar el reciente acuerdo comercial con Estados Unidos. Desastre, sumisión o capitulación son algunos de los calificativos que la opinión pública europea ha utilizado para describir el acuerdo, que supone la imposición de un arancel del 15% a la mayoría de nuestras exportaciones a dicho país.
Las condiciones impuestas por Donald Trump confirman la debilidad geopolítica de la UE. La economía europea sigue siendo una de las más importantes del mundo, pero la realidad es que nuestro crecimiento se ha estancado, la industria lleva años en crisis y dependemos de las importaciones de petróleo, gas natural y materias primas críticas. Una guerra comercial hubiese debilitad