Nueva York
El cantante Ozzy Osbourne falleció de un infarto de miocardio el pasado 22 de julio, según su autopsia, que reveló además que sufría de enfermedad de la arteria coronaria y confirmó el Parkinson que le fue diagnosticado en 2019, informa este martes el New York Times.
El diario tuvo acceso al acta de defunción del cantante de Black Sabbath, que fue presentada en un registro de Londres por la hija del autoproclamado “Príncipe de las Tinieblas”.
Su acta señala que murió de “paro cardíaco fuera del hospital, infarto agudo de miocardio, enfermedad de la arteria coronaria y enfermedad de Parkinson con disfunción autonómica“, indica el diario.
Su familia no informó, cuando dio la noticia, de la causa de la muerte de la estrella británica, que había recibido tratamiento para varios