Cuando te encuentras en una mala relación amorosa, una voz interior siempre te murmura: “¡Sal de ahí!”. En ocasiones hasta te desvelas pensando en qué será lo que esperas para irte. Finalmente, dices, “No puedo continuar, mañana mismo me voy”, pero al siguiente día cuando te levantas, tienes una excusa para justificar el por qué no puedes alejarte. Y no estoy hablando de una excusa con peso como lo sería tener un hijo en común con esa persona. ¡Me refiero a excusas baratas! He aquí algunas de ellas:

Festividades. Las celebraciones siempre son una “buena” excusa; “Falta poco para el día de San Valentín”, “No quiero estar sola en la despedida de año”, “Se acerca nuestro aniversario”. El problema es que durante todo el año siempre habrá alguna ocasión especial que va a interferir con tu sep

See Full Page