Lucía Goñi
Nueva Delhi, 7 ago (EFE).- Un pueblo del Himalaya indio presenció esta semana cómo la montaña caía sobre ellos. Una riada súbita, con un muro de lodo y escombros de casi 20 metros de altura, descendió por el valle de Harsil, dejando varios muertos y decenas de desaparecidos, síntoma de una combinación que ha convertido a esta parte del «techo del mundo» en una bomba climática.
En las últimas décadas, la cordillera que abastece de agua dulce a una cuarta parte de la población mundial ha quedado atrapada en una peligrosa sinergia entre su frágil realidad geográfica, una crisis climática acelerada y el desarrollo desenfrenado de la superpotencia que lo habita.
El historial de desastres del Himalaya no es reciente, pero los estudios científicos advierten de lapsos de tiempo cada