Los sectores populares necesitan políticas nacionales de industria, vivienda, empleo y comercio que apuesten por un nuevo mundo que reemplace al actual

Hoy muchos hablan del cambio climático, ya sea desde la preocupación por un colapso o desde la esperanza de un cambio social. Pero los que hablan son (o somos) sólo una minoría activa con representación en los espacios de comunicación y negociación. Esta minoría, además, pertenece a una clase cultural cosmopolita, es decir, son personas liberadas del arraigo o encierro en el barrio (y en una clase, y en un género) y sueñan con un mundo libre de ataduras del pasado, interconectado y global. Aunque lo nieguen, su medio de transporte favorito es el avión, dudan si vivir en una aldea cántabra o en Nueva York, y siguen medios de comunicación in

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