Hoy se cumple un año de una de las jornadas más frenéticas e inverosímiles de la historia reciente de la política catalana: el día en que Carles Puigdemont regresó a Catalunya pese al riesgo de ser detenido, dio un discurso ante sus fieles y se esfumó , mientras Salvador Illa era investido president de la Generalitat . ¿Qué consecuencias tuvo aquella jornada? ¿Hasta qué punto se han cumplido las expectativas que entonces albergaban sus protagonistas?

Toma de posesión de Salvador Illa como president. Lorena Sopêna

Eran las 8.57 horas del día 8 cuando Puigdemont, flanqueado por sus lugartenientes de JxCat, irrumpió entre vítores en el paseo Lluís Companys de Barcelona , donde más de 3.000 simpatizantes lo agasajaron en su arriesgado retorno, tras siete años huido en Bélgica y con

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