FACTOR
CIUDAD DE MÉXICO. – Mónica Torres Amarillas no solo marcó un antes y un después en la historia del taekwondo mexicano al convertirse en la primera mujer en ganar una medalla olímpica para México en esta disciplina, sino que también derribó, golpe a golpe, las barreras sociales y culturales que enfrentó desde su entorno familiar, académico y deportivo. Su historia es un testimonio de perseverancia, valentía y pasión por un deporte que, en aquel entonces, era poco accesible para las mujeres.
En entrevista, Mónica recordó los difíciles inicios de su carrera, cuando tenía que entrenar a escondidas de su padre, quien no aceptaba que una mujer practicara un deporte considerado “de hombres”. “Le decía que iba a la biblioteca, pero regresaba con moretones y magulladuras. Cuando lo descub